sábado, 18 de febrero de 2012

EL ENVEJECIMIENTO


El envejecimiento se puede definir como un proceso normal asociado con una alteración progresiva de las respuestas homeostáticas adaptativas del organismo, que provocan cambios en la estructura y función de los diferentes sistemas y además aumenta la vulnerabilidad del individuo al estrés ambiental y a la enfermedad.



Los cambios del envejecimiento se producen desde tres puntos de vista: biológico, psicológico y social.

Centrándonos en el envejecimiento desde el punto de vista biológico, el cuerpo humano se va deteriorando englobando todos los sistemas del cuerpo humano. Hay modificaciones en: células, piel y anejos, huesos, músculos, sistema cardio-circulatorio, sistema respiratorio, sistema digestivo, sistema genito-urinario, sistema endocrino, sistema inmunitario, en los órganos de los sentidos y el sistema nervioso.


A continuación, se describen, de manera sencilla y resumida, los principales cambios y modificaciones que origina el envejecimiento en los órganos de los sentidos: vista, oído, gusto, olfato y tacto.

Las modificaciones en los órganos de los sentidos tienen un grave efecto en los ancianos, ya que son una causa de aislamiento social.

En el oído las modificaciones que se producen son en la función de las células sensoriales, provocando la aparición de presbiacusia que es la pérdida de audición relacionada con la edad.

El tapón de cerumen es también una causa de disminución de la audición. Es más frecuente con el aumento de la edad.


La vista es uno de los órganos más afectados por el envejecimiento y puede acarrear consigo modificaciones en la autonomía del anciano.

Alrededor del iris suele aparecer el arco senil, que no tiene repercusiones funcionales.

ARCO SENIL
La pupila reacciona de manera más lenta ante los cambios repentinos de luz.

El campo visual disminuye. (Campo visual: Área por el cual se pueden ver los objetos) así como la visión periférica. Esto último, en personas de edad avanzada, puede hacer que no se puedan comunicar con las personas que tienen al lado, por el simple hecho de que no las ven.

También puede producirse alteraciones a nivel de la retina, el humor vítreo y el cristalino, que disminuyen la agudeza visual y ocasionar cataratas y glaucoma.




Los sentidos del gusto y el olfato interactúan para una mejor degustación de los sabores. La atrofia de las papilas gustativas y de las células sensoriales del olfato, pueden generar que el anciano pierda el interés y el placer por comer.


Se produce, a su vez, una disminución en la producción de saliva.







Por último, el sentido del tacto incluye la percepción de vibraciones, dolor y la posición del cuerpo. La piel, los músculos, los tendones, las articulaciones y los receptores internos que detectan la temperatura o el dolor.



La disminución del flujo sanguíneo, deficiencias en la alimentación, la reducción de los niveles de vitamina B1 pueden ser la causa de los cambios normales del envejecimiento en el sentido del tacto.


Muchas personas experimentan cambios en las sensaciones relacionadas con el tacto. Lo que incrementa el riesgo de lesiones como la congelación, la hipotermia, las quemaduras y un problema muy importante que afecta a la población anciana con inmovilidad que son las úlceras de decúbito.

El tacto fino puede disminuir.

Aumenta la sensibilidad al tacto suave por el adelgazamiento de la piel.



Bibliografía:
- Introducción al concepto de envejecimiento. Disponible en: http://www.ujaen.es/investiga/cvi296/Gerontologia/MasterGerontologiaTema01.pdf

- Marín JM. Envejecimiento. Salud Pública Educ Salud. 2003; 3(1): 28-33.

- Dugdale DC. Cambios en los sentidos por el envejecimiento [Internet]. Washington: MedlinePlus; [actualizada el 17 de Noviembre de 2010; acceso 17 de Febrero de 2012]. Disponible en: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/004013.htm

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