En
el adulto mayor las enfermedades se complican debido a los cambios fisiológicos
que conllevan el envejecimiento y a los problemas que se encuentran los médicos
para identificar y tratar los problemas.
Por
eso es muy importante que las enfermeras se den cuenta de los cambios sutiles
que pueda tener el anciano. Como por ejemplo un descenso leve en el apetito o
una disminución de la función.
Para
conseguir realizar una correcta asistencia sanitaria al paciente anciano, es
necesario que el personal sanitario que se encarga de ello, conozca los
siguientes aspectos:
Heterogeneidad
de la población > 65 años (Tabla
de diferencias en la entrada “Introducción
a la enfermería geriátrica”)
Peculiaridades
de las enfermedades,
presentaciones atípicas.
Fragilidad (marcador de vulnerabilidad)
Pluripatología
y polifarmacia:
Varias enfermedades pueden afectar a distintos órganos o sistemas relacionados
o no entre sí. Esto conlleva a un aumento del consumo de fármacos, siendo en
muchas ocasiones inevitable, produciendo la iatrogenia.
Tendencia
a la cronicidad:
Origina dependencia con sobrecarga de los cuidadores y eleva el porcentaje de
institucionalizaciones.
Pronóstico
menos favorable de las enfermedades: debido a un organismo con menor reserva funcional
y capacidad de respuesta a estresores externos.
Un
anciano enfermo diagnosticado y tratado correctamente responde a los
tratamientos mejor de lo esperado.
Dificultades
diagnósticas y terapéuticas:
es muy importante realizar una correcta valoración geriátrica integral para
guiar las medidas diagnósticas y terapéuticas.
Mayor
utilización de los recursos sanitarios
Mayor
necesidad de rehabilitación debido
a las causas de deterioro funcional que se dan en el anciano.
Necesidad
frecuente de utilización de recursos sociales. La aparición de la enfermedad
en el anciano hace surgir problemas socio-familiares.
Frecuentes
problemas éticos:
para la toma de decisiones diagnósticas y terapéuticas en la etapa final de la
vida.
Los
Síndromes Geriátricos se definen
como un conjunto de problemas que se presentan en la persona mayor y que la
pueden desestabilizar. Son multifactoriales, de curso crónico, tratamiento
complejo y disminuyen la autonomía de la persona.
Pueden
recordarse mediante la Regla de las “ies”
(en inglés):
- Immobility (inmovilidad)
- Instability (inestabilidad y caídas)
- Incontinence (incontinencia urinaria)
- Intelectual
impairment (estado
confusional agudo)
- Infection
(infecciones)
- Inanition
(desnutrición)
- Impairment of vision and hearing
(alteraciones en vista y oído)
- Irritable colon (estreñimiento)
- Isolation (depresión)
- Insomnia (insomnio)
- Iatrogenesis (yatrogenia)
- Immune deficiency (inmunodeficiencias)
- Impotence (impotencia)
Bibliografía:
Luengo
Márquez C, Maicas Martinez L, Navarro González MJ, Romero Rizos L.
Justificación, concepto e importancia de los síndromes geriátricos. En:
Sociedad Española de Geriatría y Gerontología. Tratado de Geriatría para
residentes. Madrid: Sociedad Española de Geriatría y Gerontología.143-150
Infermeravirtual.com
[Internet]. Síndromes geriátricos. Col-legi oficial Infermeres i infermers
Barcelona. [acceso 2 de Marzo de 2012]. Disponible en: http://www.infermeravirtual.com/es-es/situaciones-de-vida/vejez/informacion-relacionada.html
Guillén
Llera F, Pérez del Molino J. Síndromes y cuidados en el paciente geriátrico. 2ª
Edición. Elsevier-Masson; 2007.
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