El
envejecimiento
se puede definir como un proceso normal asociado con una alteración
progresiva de las respuestas homeostáticas adaptativas del organismo, que
provocan cambios en la estructura y función de los diferentes sistemas y además
aumenta la vulnerabilidad del individuo al estrés ambiental y a la enfermedad.
Los
cambios del envejecimiento se producen desde tres puntos de vista: biológico, psicológico
y social.
Centrándonos
en el envejecimiento desde el punto de vista biológico, el cuerpo humano se va
deteriorando englobando todos los sistemas del cuerpo humano. Hay
modificaciones en: células, piel y anejos, huesos, músculos, sistema
cardio-circulatorio, sistema respiratorio, sistema digestivo, sistema
genito-urinario, sistema endocrino, sistema inmunitario, en los órganos de los
sentidos y el sistema nervioso.
A
continuación, se describen, de manera sencilla y resumida, los principales
cambios y modificaciones que origina el envejecimiento en los órganos de los sentidos:
vista, oído, gusto, olfato y tacto.
Las
modificaciones en los órganos de los sentidos tienen un grave efecto en los
ancianos, ya que son una causa de aislamiento social.
En
el oído las
modificaciones que se producen son en la función de las células sensoriales,
provocando la aparición de presbiacusia
que es la pérdida de audición relacionada con la edad.
El
tapón de cerumen
es también una causa de disminución de la audición. Es más frecuente con
el aumento de la edad.
La
vista es uno de los órganos más afectados por el
envejecimiento y puede acarrear consigo modificaciones en la autonomía del anciano.
Alrededor
del iris suele aparecer el arco senil,
que no tiene repercusiones funcionales.
ARCO SENIL |
La
pupila reacciona de manera más lenta ante los cambios repentinos de luz.
El
campo
visual disminuye. (Campo
visual: Área por el cual se pueden ver los objetos) así como la visión
periférica. Esto último, en personas de edad avanzada, puede
hacer que no se puedan comunicar con las personas que tienen al lado, por el
simple hecho de que no las ven.
También
puede producirse alteraciones a nivel de la retina, el humor vítreo y el
cristalino, que disminuyen la agudeza visual y ocasionar cataratas
y glaucoma.
Se
produce, a su vez, una disminución en
la producción de saliva.
Por
último, el sentido del tacto incluye
la percepción de vibraciones, dolor y la posición del cuerpo. La piel, los músculos,
los tendones, las articulaciones y los receptores internos que detectan la
temperatura o el dolor.
La disminución del flujo
sanguíneo, deficiencias en la alimentación, la reducción de los niveles de
vitamina B1 pueden ser la causa de los cambios normales del envejecimiento en
el sentido del tacto.
Muchas
personas experimentan cambios en las sensaciones relacionadas con el tacto. Lo que
incrementa el riesgo de lesiones como la congelación, la hipotermia, las
quemaduras y un problema muy importante que afecta a la población anciana con
inmovilidad que son las úlceras de decúbito.
El
tacto fino puede disminuir.
Aumenta
la sensibilidad al tacto suave por el adelgazamiento de la piel.
Bibliografía:
- Introducción
al concepto de envejecimiento. Disponible en: http://www.ujaen.es/investiga/cvi296/Gerontologia/MasterGerontologiaTema01.pdf
- Marín
JM. Envejecimiento. Salud Pública Educ Salud. 2003; 3(1): 28-33.
- Dugdale
DC. Cambios en los sentidos por el envejecimiento [Internet]. Washington:
MedlinePlus; [actualizada el 17 de Noviembre de 2010; acceso 17 de Febrero de
2012]. Disponible en: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/004013.htm
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