"No hay edad para el Gimnasio", así titula Arribas el artículo que publicó en El País.
Se dio una conferencia para explicar los beneficios del ejercicio en los ancianos. Así pues, Arribas, describe y destaca la importancia de la realización de actividad física en los ancianos.
En la conferencia se recalcó que con la práctica de ejercicio físico diario, se podría prevenir la dependencia en los ancianos. Rodriguez Mañas, profesor de geriatría e integrante de la conferencia afirmó: "Y podríamos evitar la discapacidad interviniendo en la fase previa, la que llamamos fragilidad" añadiendo más tarde, "Así podemos prevenir la discapacidad, y no solos eso, también aumentar la calidad de vida de los ancianos, facilitar su autonomía e independencia"
A lo largo de la conferencia, se expusieron varios estudios en los que los resultados confirmaban que la actividad física actúa como factor protector en el anciano. El catedrático Mikel Izquierdo, investigó sobre la función física de los ancianos con acelerómetros. Y sus primeras conclusiones fueron que había una relación entre el deterioro de la fragilidad y la aceleración hacia la incapacidad "Y que la práctica de ejercicios de fuerza constituye la intervención más eficaz para retrasar la discapacidad y sus efectos colaterales, las caídas, el deterioro cognitivo, la depresión".
Entre la fragilidad y la discapacidad, suele haber una enfermedad. la más común es la diabetes.
Rodriguez Mañanas, estudiando por su cuenta, aseguró que las fracturas por caída provocan más muertes en ancianos que el cáncer. La mejor forma de evitar las caídas es conocer sus causas.
Concluyendo, Mañas dijo:"Todos los hospitales deberían contar con gimnasios para que los ancianos hagan ejercicio físico, imprescindible, por ejemplo, para evitar las atrofias de los pacientes encamados, que podrían también aliviarse con otro tipo de diseño de camas que les permitan, por ejemplo, hacer ejercicios tumbados".
"Para recuperar lo perdido en 10 días de cama se necesitan dos meses de ejercicio. Pero los ancianos enfermos tienen muy poca reserva de músculo, y se deterioran rápidamente. Por eso hacen falta unidades de geriatría para tratar la fragilidad: al hospital solo nos llegan con discapacidad, no frágiles.
Un poco de ejercicio tiene un gran efecto de mejora"
(Arribas C. No hay edad para el gimnasio. El País. Lunes 23 de Abril de 2012; Salud.)
Se dio una conferencia para explicar los beneficios del ejercicio en los ancianos. Así pues, Arribas, describe y destaca la importancia de la realización de actividad física en los ancianos.
En la conferencia se recalcó que con la práctica de ejercicio físico diario, se podría prevenir la dependencia en los ancianos. Rodriguez Mañas, profesor de geriatría e integrante de la conferencia afirmó: "Y podríamos evitar la discapacidad interviniendo en la fase previa, la que llamamos fragilidad" añadiendo más tarde, "Así podemos prevenir la discapacidad, y no solos eso, también aumentar la calidad de vida de los ancianos, facilitar su autonomía e independencia"
A lo largo de la conferencia, se expusieron varios estudios en los que los resultados confirmaban que la actividad física actúa como factor protector en el anciano. El catedrático Mikel Izquierdo, investigó sobre la función física de los ancianos con acelerómetros. Y sus primeras conclusiones fueron que había una relación entre el deterioro de la fragilidad y la aceleración hacia la incapacidad "Y que la práctica de ejercicios de fuerza constituye la intervención más eficaz para retrasar la discapacidad y sus efectos colaterales, las caídas, el deterioro cognitivo, la depresión".
Entre la fragilidad y la discapacidad, suele haber una enfermedad. la más común es la diabetes.
Rodriguez Mañanas, estudiando por su cuenta, aseguró que las fracturas por caída provocan más muertes en ancianos que el cáncer. La mejor forma de evitar las caídas es conocer sus causas.
Concluyendo, Mañas dijo:"Todos los hospitales deberían contar con gimnasios para que los ancianos hagan ejercicio físico, imprescindible, por ejemplo, para evitar las atrofias de los pacientes encamados, que podrían también aliviarse con otro tipo de diseño de camas que les permitan, por ejemplo, hacer ejercicios tumbados".
"Para recuperar lo perdido en 10 días de cama se necesitan dos meses de ejercicio. Pero los ancianos enfermos tienen muy poca reserva de músculo, y se deterioran rápidamente. Por eso hacen falta unidades de geriatría para tratar la fragilidad: al hospital solo nos llegan con discapacidad, no frágiles.
Un poco de ejercicio tiene un gran efecto de mejora"
(Arribas C. No hay edad para el gimnasio. El País. Lunes 23 de Abril de 2012; Salud.)